ABRIMOS LAS PUERTAS HACIA UNA NUEVA VIDA
Programas de tratamiento
El apoyo es fundamental para ese gran cambio que tú o un ser querido está buscando.
Conoce nuestros programas
Nos enfocamos en que a lo largo del curso del tratamiento los pacientes incorporen herramientas efectivas y logren cambiar permanentemente sus hábitos.
Objetivos
Recuperar la integridad y la autoestima
Detectar consecuencias secundarias
Lograr la rehabilitación y reinserción social
Tratamiento por áreas
Vemos la adicción como una enfermedad que afecta el cerebro y afecta el comportamiento, el pensamiento, las emociones, las actitudes y la toma de decisiones. Esto puede llevar a un deterioro severo en las relaciones interpersonales y familiares, por lo que se da tratamiento en todas estas áreas para lograr la recuperación total de la persona.
Es necesario en primera instancia la desintoxicación, regulación del ciclo sueño vigilia, la alimentación y descanso adecuados para remitir tempranamente los síntomas de ansiedad, angustia, y depresión. Esta primera etapa es evaluada por el psiquiatra quien determinará la necesidad o no de suministrar medicamentos.
A través de una estructura normativa y un estilo de comportamiento positivo constante, se restructura la conducta, dejando de lado el tipo de comportamiento adictivo.
Se logra a través de las intervenciones terapéuticas individuales y grupales, consejería terapéutica.
Se abordan de manera directa las creencias básicas relacionadas con el consumo y con la visión de uno mismo y del mundo en general mediante técnicas de aprendizaje que enseñan a controlar los pensamientos negativos que surgen automáticamente, identificar las relaciones entre cognición, afecto y conducta, y examinar los pensamientos distorsionados sobre sí mismo, sobre el entorno vital y sobre el futuro.
A través de este proceso se corrigen formas de pensar particulares que se adquirieron antes y después del consumo de drogas. Se refuerzan nuevas formas de pensar apegadas a la realidad de uno mismo, el pasado y el futuro.
Entendemos por afectividad el acontecer emocional que ocurre en la mente del hombre y se expresa a través del comportamiento emocional, los sentimientos y las pasiones, situando la totalidad de la persona, ante el mundo exterior. De esta manera las emociones tienen importantes implicaciones en las relaciones sociales y contribuyen a otros aspectos de la vida.
Vinculando las dimensiones cognitiva y afectiva, trabajamos estos aspectos desde la teoría de la inteligencia emocional entendiéndola como un conjunto de talentos o capacidades organizadas en cuatro dominios: capacidad para percibir las emociones de forma precisa, capacidad de aplicar las emociones para facilitar el pensamiento y el razonamiento, capacidad para comprender las propias emociones y las de los demás y la capacidad para controlar las propias emociones.
El trabajo en esta área se realiza en un clima comunitario cálido y fraterno a través de terapias grupales e individuales, acompañamiento personal.
Constituye uno de los procesos de abordaje que, en integración con los modelos Cognitivo y Conductual guían el trabajo terapéutico desde una perspectiva subjetiva e individual a través del análisis del desarrollo psíquico de la personalidad, teniendo en cuenta las particularidades de la historia de cada individuo en su medio familiar y social. La técnica psicoanalítica aborda la complejidad del trastorno adictivo y de sus condiciones contextuales a través de psicoterapias con flexibilidad metodológica, con el objetivo de detectar, remover y producir cambios sobre sucesos traumáticos en la vida de la persona que influyeron generando emociones o pensamientos disfuncionales que derivaron en episodios de consumo o recaídas.
Esta área devela en el individuo conflictos inconscientes que éste desconoce y es incapaz de descubrir por sí mismo, pero que están marcando su vida. El psicoanálisis ayuda al adicto a dar con cambios que debe aplicar en su vida para resolver los problemas que dañan su equilibrio emocional y bienestar. Pero, además de un método terapéutico, el psicoanálisis es una teoría que explica la conducta humana recurriendo a la investigación de los procesos mentales inconscientes.
Cabe señalar que aunque la mayor parte del trabajo terapéutico se enfoca en la habilitación del sujeto para el futuro, en ocasiones, se hace necesario recurrir al psicoanálisis para extraer información del pasado, almacenada en el inconsciente, sanar heridas y huellas profundas que los han marcado.
Los vínculos emocionales, relacionales y sociales más significativos se dan a nivel familiar. Es por ello, que para realizar un tratamiento integral se debe integrar a la familia al proceso de rehabilitación.
En este nivel se trabajan los siguientes objetivos según cada familia:
- Reconocer fortalezas y valores familiares.
- Conocer historia, procesos e interacciones familiares.
- Reemplazar las interacciones familiares disfuncionales por otras más afectivas y adaptativas.
- Mejorar la habilidad de la familia para resolver conflictos.
- Reducir la negatividad en las interacciones familiares.
- Desarrollar competencias desde la negatividad al apoyo, desde la incapacidad a la competencia, desde el comportamiento sintomático al adaptativo.
- Corregir la falta o el exceso de involucramiento.
- Mejorar la conexión entre los miembros de la familia.
- Reestructurar y fortalecer los procesos e interacciones familiares.
- Reconexión y reconciliación.
Etapas
El tratamiento consta de 5 etapas:
Acogida y desintoxicación física, psicológica, relacional y espiritual.
En la acogida se realiza la recepción del paciente, se hace consciente al residente de la enfermedad y la necesidad de realizar un tratamiento de rehabilitación.
Se evalúan los aspectos físico y psicológico de la persona, historia clínica completa e historia del uso de sustancias; se interpretan exámenes de laboratorio y tratamientos cuando haya alteraciones; se elaboran los protocolos de desintoxicación si se amerita para evitar o disminuir los síntomas del sindrome de privacion.
Se establece un plan preliminar de tratamiento que incluye las dimensiones Biológica, Conductual, Cognitiva, Afectiva, Psicoanalítica, Sistémico-Familiar y Espiritual.
Al final de esta fase se esperan los siguientes logros:
• Profilaxis de la Comunicación.
• Manejo de síntomas de privación
• Normalización de ciclos de sueño y comida
• Recuperación emocional básica
• Regulación en la intensidad de los vínculos afectivos
Manejo y control de impulsos y afectos.
En esta fase el objetivo es profundizar en el autoconocimiento personal, detectar los factores de riesgo que llevaron a la persona a la adicción, los problemas que surgieron en su vida como consecuencia del consumo y conocer los factores de protección por medio de terapias mucho más personalizadas. Se espera un conocimiento personal profundo mediante el trabajo de la autoimagen, autoconcepto, autocuidado, identidad, autoestima, emociones, empatía, fortalecimiento de la confianza y de autonomía.
Se busca que a través de la interacción social y comunitaria entre iguales y con los terapeutas se provoquen experiencias de aprendizaje y cambio que comprometan a la persona con su proceso y el de sus compañeros.
En esta etapa, la familia, importante para asegurar el éxito en el proceso de rehabilitación, es informada y formada específicamente en aspectos claves del tratamiento, para que pueda ayudar adecuadamente a su familiar. Desde perspectivas sistémicas, la familia es abordada en su conjunto.
Habilitación afectiva, social y laboral.
Se prepara al paciente para volver a integrarse a la familia, sociedad y para volver a ser un individuo sano y productivo.
En el ámbito afectivo, se habilita en la autonomía emocional: el manejo de la impulsividad, enfrentamiento de conflictos, responsabilidades, aceptar los matices de la vida, tolerar el fracaso, alegrarse por los éxitos de los otros y aceptar la crítica.
A nivel social se habilita al individuo en actitudes tales como la empatía, vinculación con otros, relaciones interpersonales, tolerancia, aceptación de la diversidad, opiniones distintas, respeto y logro de acuerdos.
A nivel Laboral se habilita en competencias productivas y académicas, tales como puntualidad, responsabilidad, creatividad, iniciativa, autonomía, flexibilidad, toma de decisiones y eficiencia.
La habilitación que se pretende en esta etapa debe ir en aumento paulatino y debe ser evaluada de tal manera de lograr un reforzamiento en las conductas positivas aprendidas o una nivelación en aquellas conductas aún no asimiladas. Se trabaja en un proyecto de vida que aúna todos los niveles trabajados.